Es un recubrimiento de múltiples capas que permite una mayor transmisión de luz a través del lente al eliminar los reflejos que inciden sobre él. De esta manera los pacientes tienen una percepción más clara del mundo que ven con sus lentes.
Este efecto se consigue alternando capas de metales y no metales que van anulando las ondas de luz por medio del efecto de interferencia destructiva.
El proceso inicia con un meticuloso lavado ultrasónico para eliminar cualquier impureza que pueda tener la superficie de los lentes.
El proceso inicia con un meticuloso lavado ultrasónico para eliminar cualquier impureza que pueda tener la superficie de los lentes.
Se les aplica aire ionizado para generar una carga de electricidad estática que permita la atracción de las partículas a evaporar.
Los lentes son horneados para eliminar partículas de agua dentro de sus poros.
Cada lente es colocado individualmente en un anillo que lo sostendrá durante el proceso de evaporación.